Educación Superior en Nicaragua: Avances en Acceso, Cobertura, Calidad y Pertinencia

Educación Superior en Nicaragua: Avances en Acceso, Cobertura, Calidad y Pertinencia

Fredy Franco (*)

El 6% constitucional se ha cumplido plenamente desde el año 2007, lo que ha permitido asegurar el derecho a la educación superior del pueblo nicaragüense con el presupuesto público de la República, asegurando el funcionamiento de las universidades públicas y subvencionadas, ampliado su matrícula y cobertura social y territorial, avanzado en su calidad y pertinencia, impactando en la lucha contra la pobreza, el bienestar humano y el desarrollo nacional desde sus capacidades académicas, profesionales, científicas y tecnológicas.

1-El 6% para el Pueblo y el desarrollo humano

Desde el año 2007 los universitarios no han necesitado salir a las calles para demandar el 6% Constitucional, porque el gobierno que encabeza el presidente comandante Daniel Ortega, ha cumplido con el derecho de las universidades y los universitarios, dejando atrás el incumplimiento de los gobiernos neoliberales de ese derecho y precepto constitucional.

Este hecho decisivo ha asegurado estabilidad de las universidades y permitido comenzar a superar los rezagos en acceso y cobertura universitaria, en inversiones tecnológicas y de infraestructura, trabajando por la calidad en los procesos de formación profesional, investigación e innovación.

También se trabaja en la superación postgraduada de los Docentes Universitarios, como premisa para asegurar la calidad en todos los procesos y funciones universitarias, alcanzando importantes avances en la formación especializada, en maestría y doctorado. También la mejora continua en las condiciones de trabajo y en lo socio-laboral de los trabajadores Docentes y Administrativos.

Ha crecido de manera continua el ingreso de estudiantes a la educación superior, asegurando calidad y pertinencia en las decenas de carreras que se estudian, becas y condiciones de estudio favorable a su formación integral.

Las universidades públicas y subvencionadas han trabajado de manera articulada con las instituciones públicas y distintos sectores económicos-sociales y culturales del país, guiado por el Plan Nacional de Desarrollo Humano, que ha permitido hacer cada vez más pertinente la formación profesional, la investigación científica, la innovación y la extensión académica, social, cultural y deportiva.

Dentro de esa articulación se destaca la que se desarrolla con las instituciones del Gabinete de Producción, Consumo y Comercio y toda la estrategia de economía Popular y Emprendedora para asegurar el avance de la economía nacional, su valor agregado y de la producción de mayor riqueza y empleo para el pueblo y la nación.

Es fundamental el trabajo conjunto de las instituciones educativas: MINED- INATEC- CNU, que ha permitido avanzar en la mejora de la educación nacional, su carácter sistémico, en la cooperación y complementariedad, sobre todo para mejorar el ingreso a la educación superior y en la superación del empirismo de los profesores de preescolar, primaria y secundaria.

2-2018-2021: Superando las adversidades y creciendo como comunidad universitaria

El avance del país y de sus universidades pretendió ser revertido o detenido con el intento golpista del 2018, al usarse las universidades financiadas por el Estado en la estrategia imperial de terrorismo y guerra psicológica, provocando mucho daño humano y destrucción de las instalaciones universitarias y de sus equipos científicos y tecnológicos.

Así como el país, las universidades superaron ese momento destructivo, confrontativo y lleno de odio, triste y doloroso; se reconstruyeron con el apoyo del presupuesto público y con la conciencia unida y llena de paz de la comunidad universitaria.

A fines del año 2020, nos atacaron dos violentos huracanes, el ETA y el Iota, las universidades aglutinadas en el CNU se movilizaron en brigadas de más de mil universitarios estudiantes, profesores y trabajadores administrativos, trabajando en las medidas de prevención, protección y reconstrucción, llevando solidaridad, humanismo y conocimiento para superar los traumas y destrucciones provocadas a las comunidades en su vida, viviendas, infraestructura y hábitat.

En correspondencia con la estrategia nacional de enfrentamiento a la Pandemia Mundial del Covid-19, las universidades aseguraron normalidad académica y con ello el estudio universitario, creciendo en solidaridad entre la comunidad universitaria y con la población en su conjunto, participando en distintas brigadas de atención al pueblo y de trabajo conjunto con el MINSA y otras instituciones para lograr su reducción y control. Pero también la misma Pandemia nos hizo crecer en creatividad e innovación, usando de manera extendida las tecnologías de la información y la comunicación para asegurar las clases en línea o semipresencial y la vida académica en su conjunto.

3-Cobertura y equidad. Universidad en El Campo

Cada vez más las universidades que reciben el 6% constitucional trabajan para que las clases populares accedan, cursen y se gradúen en la Universidad, estableciendo prioridad en el ingreso de los que estudian en los colegios públicos o provenientes de zonas alejadas o de mayor atraso en el país.

En esta etapa, la educación universitaria ha construido real presencia nacional en todo el territorio a través de los recintos centrales y sedes de las universidades aglutinadas en el CNU, junto a la sede universitaria en Río San Juan y el estratégico programa de Universidad en El Campo, que a través de distintas modalidades llega a cienes de comunidades en 32 municipios del país.

La UNAN Managua desde hace varios años atrás ha sido pionera en el Programa Universidad en el Campo, sobre todo en la Región Norte del país, con ofertas educativas vinculadas al desarrollo humano, local, regional y económico-social.

Este programa se hizo nacional después de la Revolución Educativa en el Campo, graduándose por primera vez en nuestra historia, a partir del año 2018, miles de bachilleres en las zonas rurales, las más atrasadas, más aisladas y de más pobreza en el país.

A ello había que asegurarles las demandas de formación profesional necesarias a su entorno socio-económico y ambiental, avanzando en más presencia universitaria y diversidad de carreras desde el año 2020, logrando matricular en los primeros dos años 5,683 bachilleres.

Desde el año 2022 hasta el año 2026, se va a producir un crecimiento en matrícula de 4 mil estudiantes al año, sumando en esos cinco años 20 mil estudiantes nuevos de Universidad en el Campo, como parte de lo sustentado en el Plan Nacional de Lucha Contra la Pobreza y para el Desarrollo Humano previsto para esos cinco años.

En este momento el programa de Universidad en El Campo se asegura con el aporte de las 4 universidades públicas (UNAN León, UNAN Managua, UNI y UNA), las dos universidades comunitarias de la Costa Caribe (BICU y URACCAN) y la universidad subvencionada UNIAV proyectando alcanzar, en el año 2026, una matrícula de casi 30 mil estudiantes en este estratégico programa, que contribuirá al combate a la pobreza y proporcionar un desarrollo equitativo, real y dinámico de las comunidades y poblaciones rurales, campesinas, originarias y afrodescendientes en todo el país.

4- Matrícula universitaria 2022 y sus avances

El avance venido desde el año 2007, continúa con más fuerza en el año 2022, aumentando el ingreso universitario, ampliando la matrícula en el sector rural, fortaleciendo su pertinencia económico- social y tecnológica de las carreras, avanzando en el ordenamiento de la educación superior para proteger los derechos de los estudiantes y la calidad de la formación profesional.

Esto último se expresa con la creación, a inicios del año 2022 de tres nuevas universidades nacionales: la Universidad Nacional Politécnica, la Universidad Nacional Multidisciplinaria Ricardo Morales Avilés y la Universidad Nacional Francisco Luis Espinoza Pineda, que fortalecen la educación universitaria nacional, el acceso y cobertura a estudiantes de distintas zonas del país.

Y desde fines del año pasado con la aprobación de la Ley de Títulos y el Registro Nacional de Títulos, que ordena y moderniza este tema, y asegura la consiguiente reducción radical del costo del título universitario que no puede ser mayor de 1,500 córdobas, entre otros aspectos.

Al 2021 se tenía matrícula de aproximadamente 135 mil estudiantes, más la proyección de unos 45 mil que ingresen este año del ingreso ordinario, más el ingreso de las nuevas universidades nacionales y del Programa Universidad en el Campo, alcanzando unos 180 mil estudiantes universitarios matriculados en las universidades públicas y subvencionadas de Nicaragua en este año 2022.

Este avance coincide y es parte del crecimiento educativo nacional, impulsado por el Gobierno Sandinista, que ya alcanza desde la educación preescolar, especial, de adultos, primaria, secundaria, técnica y universitaria más 2,5 millones de estudiantes, con lo que se asegura el derecho humano a la educación y con ello impactar de manera estratégica en el desarrollo social y nacional de Nicaragua para las presentes y futuras generaciones.

5-Retos universitarios

La guía principal de la comunidad universitaria en estos próximos cinco años es seguir fortaleciendo y ampliando con más calidad, equidad e inclusión la formación profesional y aportar desde distintas procesos académicos, científicos y tecnológicos a un mayor desarrollo socio- económico y humano del país.

Igualmente continuar los procesos de ordenamiento del sector universitario, sobre todo para enfrentar la mercantilización de las universidades privadas (que se suponen son sin fines de lucro) y en particular en los excesivos cobros, sobre todo en los cursos de graduación.

Fortalecer el trabajo conjunto del Consejo Nacional de Universidades y Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación (CNEA), dirigido a mejorar la calidad y hacer realidad los procesos de acreditación, conforme la reforma actual de la ley 704 relacionada con el aseguramiento de la calidad en el país.

Todo ello demandará mayor compromiso institucional en el trabajo conjunto con el Gobierno Nacional, local e instituciones públicas y continuar ampliando la formación postgraduada de los docentes, sobre todo con el énfasis en la formación doctoral para fortalecer los procesos científicos e innovación para impactar en el desarrollo nacional.

El pueblo y la nación cuentan con universidades a su servicio y su rol deberá consolidarse para superar pobreza, desigualdad, atraso y dependencia, necesario para construir independencia, soberanía y bienestar humano integral.

(*) Cientista Social e Historiador. Profesor Titular UNAN Managua.

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